VAIVENES DE LA TESTOSTERONA

VAIVENES DE LA TESTOSTERONA

“La testosterona se pierde con los años por lo que los viejitos se ponen gruñones y quedan calvos y llegan a tener muy serios problemas”, remató Crótatas atacado de risa, como si se acordara de alguien en especial.

¿Cómo te fue en las vacaciones, Crótatas?, le dije tan pronto descargó las maletas y se sentó en su viejo sillón. En medio de risas contó que había estado hablando con el doctor Sam Shuster en el hospital de Norfolk, en Inglaterra, galeno que, sin palparle nada, le dijo: “Croutaticas usted estar muy bien de testosterona”.

Ante la sorpresa de Crótatas, Shuster le explicó que había descubierto en dicha hormona la fuente del buen humor, además de servir para el adecuado desarrollo del músculo, el buen apetito sexual y la sensación de bienestar general. Por la testosterona es que los hombres mamamos más gallo que las mujeres,  tomamos la vida más suave, son muchos más los cuentachistes varones y aceptamos de mejor manera la crítica y el sarcasmo.

Esto me parece muy interesante, dije. “Interesante y valioso, estimado colega, fíjese que con esto uno ya puede entender, y hasta alegrarse, por el mal genio de la esposa o de la novia. ¿Qué tal llegar de amanecida a casa y encontrarlas riendo, o tener que pagarles dentista porque quieren mejorar su sonrisa? No sólo nos saldría carísimo el chiste sino que sería un indicio grave en ellas de exceso de testosterona y ¿cómo va uno a acostarse con esta duda en la cabeza?”, dijo crot muerto de la risa.

Ahora entiendo por qué los hombres de estos lares somos tan felices, crotaticas, tenemos a las mujeres más bravas del país, tienen muy poca testosterona, lo que las hace más femeninas, más deseables. “Eso es cierto, mano, pero pilas con los manes de mal genio, con aquellos que si les haces una crítica se ponen furibundos porque significa que en ellos la bendita hormona es más escasa que güisqui en un velorio y, con estos actos, lo que intentan es camuflar su incapacidad en las artes amorosas siendo que, por el contrario, lo que hacen es quedar en evidencia absoluta. La testosterona, además, explicó Shuster, se pierde con los años por lo que los viejitos se ponen gruñones y quedan calvos, aunque hay algunos que esto último les pasa desde jóvenes y llegan a tener muy serios problemas”, remató Crótatas atacado de risa como si se acordara de alguien en especial.

 Alegrémonos con la dulce y serena seriedad de las mujeres y la risa de los hombres, lo que significa el orden correcto de las cosas. “Lo demás es un problema hormonal que se cura con compresas heladas en la zona adormecida”, recomendó Shuster.

N. del A.: Esta columna se escribió el 25 de enero de 2008

Foto tomada de  Allswalls – http://allswalls.com

One Comment

  1. Emilio Otero
    Nov 15, 2017 at 6:03 pm

    Interesante y oportuna informacion de Crotatas. Con esto que cuenta ya no le voy a tener miedo a las santandereana si no que voy a quererlas mucho mas

POST YOUR COMMENT

Your email address will not be published.